miércoles, 11 de noviembre de 2015

AL ENCUENTRO DEL OSO


Sobre los encuentros de osos con personas en el oriente de la Cordillera Cantábrica, el primero allá por Diciembre de 1999 en Casavegas (Palencia), y el último recientemente en Villaescusa (Campo de Enmedio-Cantabria), nos parece necesario aportar una versión más próxima a la normalidad.


Las informaciones publicadas en la mayoría de los medios de comunicación son bien diferentes a las noticias que circulan en los ambientes "oseros" y a lo que conoce y opina el mundo rural.

El sensacionalismo sabemos que vende, y las posteriores opiniones científicas también, pero es necesario que esta necesidad de protagonismo no redunde en perjuicio del oso.

Vaya por delante que la actitud de las personas que se encontraron con el oso es digna de valorar, porque han rehuido cualquier comentario, protagonismo y/o posterior ensañamiento, ellos saben realmente como ocurrieron los hechos.

Los hechos se basaron, en todos los casos, en una enorme imprudencia de esas personas, intentando ver o fotografiar y/o buscar al oso, o a la osa con sus crías.
Se nos ha contado que si un senderista dando un paseo, que si cogiendo setas, que si fotografiando a un gato. Estas informaciones, que rozan la falsedad, no se consentirían y serían descartadas, por no veraces, en cualquier otro ámbito periodístico.

Es evidente que se trata de un aviso de un animal con más miedo que vergüenza, que simplemente se ha protegido cuando se ha visto sin otra opción, o ha protegido a sus crías, algo muy normal y fácil de entender. Es lógico pensar que cualquiera de los osos de estos encuentros, si hubiera sido tan fiero como lo pintan o si hubiera querido, habría acabado con la vida de esas personas, y además sin mucha dificultad, pero no es un animal que se caracterice por eso.

Disfrutando del oso y de la naturaleza en condiciones normales, mucha gente lo hace todos los días, no tiene porque haber ningún tipo de problema, y de hecho no lo hay.

Estos encuentros solo responden a imprudencias, por desgracia, basadas en las nuevas tendencias de seguimiento, avistamiento y obsesión permanente de saber y de ser el primero en localizar y fotografiar osos, especialmente osas con crías, tendencias favorecidas en ocasiones desde ámbitos muy cercanos al trabajo con osos, por los beneficios, no solo económicos, que esto reporta, nada más, ni teorías sobre crecimiento de la población, ni clases de defensa personal, ni bio-política.

La mayoría de los medios de comunicación, en estos casos, no ha estado a la altura, dando excesiva publicidad y excesivo sensacionalismo a algo que no lo tiene, debemos acostumbrarnos a convivir con los osos en condiciones de respeto y normalidad.

Oso pardo, se aleja de la extincion "a corto plazo"





En la cordillera Cantábrica viven unos 200 osos, de los que alrededor de 150 integran la población occidental, asentada básicamente en el suroccidente asturiano. El resto compone la población oriental, repartida entre León y Palencia. Los ejemplares de ambos «bandos» poseen una genética diferenciada y aunque han permanecido aislados casi un siglo desde hace diez años se relacionan. De hecho, el fruto son dos osos «híbridos» encontrados en 2008 de padre occidental y madre oriental. Éstas son algunas de las conclusiones del estudio realizado por la Universidad de Oviedo y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para el Gobierno asturiano entre 2007 y 2010, y que aporta la primera cifra realmente fiable sobre la población osera.

Los datos están sustentados en la certeza que aportan los estudios genéticos. Para conseguir determinar científicamente el número de ejemplares que integran la población osera y sus características genéticas, los investigadores han empleado un sistema de «captura» basado en el rastreo y análisis de pelos y excrementos, según explica el biólogo, Javier Naves, uno de los directores del estudio por parte del CSIC, junto con Miguel Delibes y Alberto Fernández-Gil.

Para calcular el total de la población -contando los individuos a los que no se ha tenido acceso- se hicieron recapturas de muestras y según la probabilidad de hallazgos de individuos nuevos y de repeticiones en los sucesivos análisis se fijó que la población oscila entre 195 y 210 ejemplares.

La profesora de la Universidad de Oviedo Ana Domínguez, directora del estudio por la parte universitaria, señaló que el número de osos detectado hace la población viable a corto plazo. Pero no a medio y largo plazo. Para que desaparezca el peligro de extinción sería necesario alcanzar 500 reproductores. Los investigadores calcularon que en una población osera una cuarta parte tiene capacidad de procrear. Por eso, la población del oso pardo cantábrico estaría «a salvo» cuando sume al menos los 2.000 individuos.

Javier Naves precisa que es difícil determinar cuánto tiempo falta para que ocurra eso. «La dinámica de poblaciones de osos no es como la de las vacas o los conejos, la evolución es mucho más lenta».

Las dos poblaciones oseras han vuelto a conectarse, por el aumento de ejemplares registrado en los últimos años. «Hay más, se mueven y por tanto existen más posibilidades de que se encuentren», indica Naves. 

La nueva situación plantea retos y problemas. Uno de ellos trata sobre a dónde van a vivir los nuevos ejemplares que nazcan. Naves opina que Asturias tiene un hábitat potencial en el Oriente. Sin embargo, la creación de un nuevo núcleo intermedio de población en la montaña central asturiana no parece fácil a priori. «Son zonas con bastante presencia humana y bajas figuras de protección, la preservación de los espacios naturales ha sido clave para la reproducción de los osos», indica. También advierte que aunque los datos son positivos, la presencia de osos no está garantizada. «Aún tenemos un número muy pequeño de animales y cualquier alteración que se produzca en la naturaleza o las malas condiciones fisiológicas son un riesgo para ellos». A ello se añade que la fauna salvaje no recibe asistencia veterinaria y eso le resta posibilidades de supervivencia.

Hace quince años, cuando el conteo de osos se hacía con estimaciones indirectas, tomando como referencia las madres con crías, la población en la zona occidental era de unos setenta ejemplares, como consta en la tesis presentada por Naves en 1997, relativa a datos recabados en 1995. 

El porcentaje de diversidad genética de los osos del occidente de la Cordillera es del 45 por ciento, tomando como referencia el promedio de poblaciones de osos de Norteamérica o Escandinavia. La diversidad genética de los del Oriente es del 25 por ciento, la más baja en términos comparativos.

El reto para los próximos años es la identificación de los pasillos o corredores por los que los machos migran entre el Occidente y el Oriente, así como la prevención de daños en la apicultura, agricultura y ganadería. El Principado descartó reintroducir osos de otras procedencias, así como la alimentación artificial, «eso ya no está en el debate».


Osos pardos en Europa


Con la excepción de los países escandinavos, el Oso Pardo se distribuye principalmente por las principales cordilleras: Cárpatos, Balcanes, Alpes, Apeninos, Pirineos y Cordillera Cantábrica. Sin embargo, vivió en las llanuras europeas hasta tiempos históricos. 

Algunas grandes poblaciones como las de Rumania, Suecia y Finlandia se han quintuplicado en 50 años y ninguna ha disminuido, excepto la de los Pirineos, perseguida hasta su extinción por los daños a la ganadería y la caza.

Aunque en la tabla no se indica, los osos de Pirineos son originarios de Eslovenia, ya que los autóctonos se extinguieron en el año 2010. Según el Fonds d´Intervention Eco-Pastoral (FIEP), en el año 1999 quedaban 6 osos autóctonos en los Pirineos:

Cannelle, la última osa autóctona, nacida hacia 1990 y abatida por un cazador el 1 de noviembre de 2004 durante una batida de jabalí, quedando vivo su cría Canelito, hijo de Nere, un oso esloveno introducido.

Papillon, gran macho nacido hacia 1975 y muerto con 28-29 años de edad el 25 de julio de 2004.

Camille, macho nacido hacia 1983, que mató bastantes ovejas en el Roncal y Ansó, fue el último oso autóctono de los Pirineos, donde se vieron sus huellas en el mes de febrero de 2010 por última vez.

Pyren, macho nacido hacia 1995, hijo de Cannelle y Papillon.
Chocolat, macho nacido hacia 1984.


Aspe Ouest, una cría de Cannelle.

Curso de conservación del oso pardo


Proyecto Life



En 1995 la Unión Europea dió via libre al Proyecto Life, encaminazo a luchar por la recuperación de las especies europeas en grave peligro de extinción.Amen del Quebrantahuesos, el Águila Imperial o el Lince Ibérico, en España, se ha beneficiado especialmente de el Oso Pardo. Life Ursus fue aprobado con el objetivo de recuperar las poblaciones de osos pardos en lugares donde las mismas estuvieran en estado agónico sin ninguna posibilidad de recuperación con los ejemplares supervivientes. De esta manera se han desarrollado programas de reintroducción y conservación en:

- Austria: en 1989 un macho originario de Eslovenia se instaló de manera natural en los Alpes centrales austriacos. Animados por ello, el gobierno de este país inició por su cuenta un programa de recuperación que logró aumentar la población de osos hasta los 12-15 ejemplares en 1998. Sin embargo, la caza furtiva y la presión humana han reducido la misma a 5-7 osos en 2008 con solo 2 hembras reproductoras lo que hace dudar seriamente sobre la viabilidad de este reducto osero.

- Italia: amen de la población de los Abruzzos, limitada a 55-60 osos en grave peligro de extinción, el país contaba con un postrero reducto en el Trentino, Dolomitas de Brenta donde apenas sobrevivían 3 machos solitarios en 1994. Life ha conseguido un gran é
xito en este Parque Natural dado que en la actualidad sobreviven 23-25 osos de ellos 10 hembras reproductivas a la par que ha aunado la voluntad popular y el apoyo social necesario para la conservación a largo plazo de la especie.

- Francia - España (Los Pirineos): Cuando en 1994 se calculó en 4 machos y 1 hembra la población relicta en la cordillera, se decidió actuar decisivamente. Tras las reintroducciones de 1996-2006 se ha logrado un gran éxito desde el punto de vista biológico y natural. En la actualidad se estiman en 23-25 el número de osos con unas 7-9 hembras reproductivas y un alto nivel de nacimientos. Sin embargo, a pesar de que el gran apoyo popular recibido, los sectores contrarios continúan empecinados en que los osos sean devueltos a Eslovenia (ya hay una tercera generación de oseznos nacidos en el Pirineo) que han presentado una resistencia incluso violenta. Esto ha llevado al gobierno francés ha iniciar una campaña de sensibilización social encaminada a corregir este error.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Videos









Hibernación


Los machos adultos permanecen activos más tiempo y salen primero de las cuevas, mientras que las osas preñadas son las primeras en entrar y las últimas en salir, ya en compañía de su prole. Antes de hibernar, los osos pasan por un periodo de hiperfagia y consumen grandes cantidades de alimentos de elevado valor calórico, incrementando su capa de grasa para la hibernación.




La hibernación de los osos consiste en un estado de dormición o letargia invernal que hace descender su ritmo cardiaco desde 40-50 hasta unas 10 pulsaciones por minuto, el ritmo respiratorio baja a la mitad y la temperatura se reduce en 4 ó 5 grados. El oso deja de comer, beber, defecar y orinar y mantiene las constantes funcionales gracias a la energía proporcionada por las reservas grasas acumuladas en otoño.



La hibernación viene precedida por la búsqueda de una cueva y su acondicionamiento con una cama de hierbas y ramillas



¿Qué hacer si te encuentras un oso?


Según señalan desde el Departamento de Agricultura, Ganadería y medio Ambiente, en condiciones normales, el oso pardo tiene miedo del hombre y lo evita, incluso cuando se producen encuentros fortuitos con senderistas y otros usuarios del monte. Por ello, recuerda que, en estos casos, el sentido común debe imperar. "Ante avistamientos o encuentros como los del pasado fin de semana, debe respetarse la tranquilidad del animal, evitando el acercamiento y la molestia intencionada", puntualizan.



Ante el posible avistamiento de un oso, las autoridades realizan una serie de recomendaciones:
     Asegurar que el oso pueda identificarnos, manifestando nuestra presencia y dejándonos ver y oír a distancia suficiente.
Movernos sin hacer aspavientos y sin brusquedad.
No cortarle el paso ni bloquear las posibles vías que pudiera utilizar en su huida.
Alejarse despacio del lugar y del itinerario que el oso podría tomar. 
En el caso de un encuentro con una osa y sus oseznos, no interponerse nunca entre la madre y sus crías, y mucho menos acercarse a tratar de contactar con el cachorro.




En otros paises del norte y este de Europa hay importantes poblaciones de oso pardo que, sin embargo, apenas interfieren con el hombre.  En norteamérica los encuentros con el oso negro (mas numeroso) y en menor grado con oso grisslie son más frecuentes, sobre todo en algunos parques nacionales. Las autoridades advierten y obligan al cumplimiento de estrictas normas para reducir el peligro que, no obstante, siempre existe y es asumido por la sociedad y los excursionistas

martes, 3 de noviembre de 2015

Educación y conciencia públia


-Impulsar con carácter general,la información abundante  y las actividades de educación ambiental y formación.

-Promover campañas educativas en colegios con especial atención  a la problemática de la extinción del oso pardo

-Fomentar la formación  y las campañas informativas  y reducir los conflictos entre los osos y los seres humanos

-Fomentar la formación del lo que se refiere  a la especie .






miércoles, 28 de octubre de 2015

Medidas




-Extremar la vigilancia  y reforzar los mecanismos para evitar las muertes directas o indirectamente causada por el hombre, con especial atención a los osos con crías y  a las zonas con mayor intensidad de furtivismo.




-Investigar y denunciar los casos de mortalidad no natural conocidos,





-Eliminar el trampeo ilegal con lazos y el uso de venenos  con una gestion  que favorezca la compatibilidad de poblaciones vialbles de animales salvajes con las instalaciones agropecuarias

-Compatibilizar la practica de la caza con la conservacion del oso 

-Identificar tramos de vías de comunicación especialmente peligroso para los osos

-Elaborar un protocolo de captura de ejemplares con fines de conservación



Amenazas





1. Fragmentación de la población de osos pardos cantábricos en dos subpoblaciones

 Los osos pardos cantábricos se encuentran separados en dos subpoblaciones diferentes y casi aisladas, tanto genética como demográficamente. Este problema es especialmente grave, ya que son poblaciones con una baja variabilidad genética y con un pequeño número de individuos en cada una de las subpoblaciones

2. Baja variabilidad genética

 La supervivencia a largo plazo de una población depende del mantenimiento de suficiente variabilidad genética como para asegurar la supervivencia individual y la adaptabilidad de la población.

3. Peligro de fragmentación de la subpoblación occidental

 Dentro del núcleo occidental existe un área, conocida como el Corredor de Leitariegos, en el que se produce un estrechamiento del área de distribución que, de incrementarse, amenaza con fragmentar la subpoblación occidental.

 4. Mortalidad por causas humanas

 A pesar de la disminución de la mortalidad directamente asociada al hombre en los últimos años, aún continúan registrándose muertes de oso provocadas por éste (fundamentalmente mediante venenos y disparos).

5. Pérdida de hábitat

La pérdida de hábitat que se produce por diferentes motivos –fundamentalmente por determinadas actividades económicas y cambios de uso del suelo




miércoles, 21 de octubre de 2015

Objetivos




La finalidad de esta estrategia es asegurar la viabilidad  a largo plazo de las poblaciones cantábricas del oso incrementando su numero poblacional y su distribución



-  Reducir el número de oso matados por personas

- Conservar y mejorar el hábitat

-Garantizar el apoyo público a la conservación del oso pardo


-Asegurar la conectividad entre poblaciones y núcleos de población


Principal problema de conservación de los osos cantábricos  es el escaso número de ejemplares y el hecho de  que la población este dividida  en dos núcleos  casi completamente desconectados  desde hace 50-100 años.



Localización


La población cantábrica de oso pardo se encuentra dividida en dos subpoblaciones separadas geográficamente, con características genéticas diferenciadas y con un incipiente y reducido intercambio demográfico y genético entre ambas.


La subpoblación occidental se extiende por unos 2.800 km2, desde los Ancares lucenses y leoneses hasta llegar casi a la zona central de la cordillera entre León y Asturias. Se estructura espacialmente en tres núcleos reproductores distintos: el más numeroso en los concejos asturianos de Cangas del Narcea, Degaña y zonas limítrofes de Ibias y en los municipios leoneses de Villablino, Palacios del Sil y Páramo del Sil; un segundo, que ocupa básicamente los concejos asturianos de Somiedo y Belmonte; y un tercer núcleo, también asturiano, asentado en Proaza y zonas limítrofes. En el año 2014 se estima que esta subpoblación está constituida por unos 200 osos.




 La subpoblación oriental ocupa unos 2.100 km2 por la Montaña palentina, entre las cabeceras de los ríos Carrión y Pisuerga, y la Montaña oriental leonesa, con presencia consolidada en los montes cántabros de Campoo de Suso y Liébana y presencia más ocasional en terrenos del oriente de Asturias. Esta subpoblación presenta un núcleo reproductor consolidado en la Montaña palentina y zonas limítrofes de Cantabria y otro núcleo en Riaño-Valdeón, que tras desaparecer a mediados de los años noventa ha vuelto a recuperarse, con reproducción intermitente, en la primera década de este siglo. En el año 2014 se estima que está constituida por unos 30 osos. 

Hábitat


Los osos pardos viven en áreas poco habitadas, tranquilas y con escasa presencia humana. Su hábitat ideal lo constituye, en el caso del oso cantábrico, un mosaico de bosque formado por hayedos, robledales y abedulares, praderías y pastizales, matorral de brezos y piornos, arandaneras y roquedos. Este medio se sitúa habitualmente entre los 1.100 y los 1.800 m. de altitud 

 



Los osos pardos necesitan amplias extensiones para vivir, pero la edad y el sexo condicionan el uso del hábitat y el tamaño del área de campeo, que en las hembras reproductoras suele ser de algunas decenas de kilómetros cuadrados, mientras que en los machos es varias veces más extensa, especialmente 





Descripción

Oso pardo - Ursus arctos



Cabeza ancha, el hocico prolongado, siempre plantígrados, con cinco dedos en todas las extremidades y las uñas nunca retráctiles. Cráneo con el rostro alargado y la caja cerebral estrecha; globos auditivos pequeños; apófisis mastoideas salientes. Dientes carniceros casi sin carácter de tales; los tres primeros premolares, lo mismo maxilares que mandibulares, muy pequeños.















Color pardo, variando individualmente del isabela claro al sepia oscuro. Los matices más frecuentes son el tierra de sombra y el pardo Prout. El pelo es generalmente muy oscuro, casi negro, en la raíz, y de un matiz amarillento, tirando a ocre o a Isabela, en la punta. Las patas, desde bastante arriba, son negras o de un pardo de clavo muy oscuro 



El peso medio de las hembras  alcanza los 85,4 kg (extremos de 53 y 140 kg ) y 113,5 kg el de los machos . 


Es común que el peso otoñal llegue a ser un 70% superior al peso primaveral, tras el período de hiperfagia previo al letargo.


El dimorfismo sexual empieza a apreciarse a partir de los tres años de edad. Con cuatro años, el macho suele pesar un 88% más que la hembra. Debido a la competencia masculina durante el celo, la robustez es un rasgo propio de los machos y aumenta hasta una edad avanzada.


Por el contrario, las hembras detienen su crecimiento cuando maduran sexualmente, lo que les permite consagrar más energía a la crianza de la prole.



La hibernación es una de las facetas mas populares de la vida de los osos. El inicio depende de factores meteorológicos, la disponibilidad de alimento y las características individuales. En general, los machos adultos permanecen activos más tiempo y salen primero de las cuevas, mientras que las osas preñadas son las primeras en entrar y las últimas en salir, ya en compañía de su prole.